En lo personal rara vez compro recuerditos en las típicas tiendas de souvenirs, prefiero traerme algo único y diferente que tenga un valor emocional, que pueda exhibir en mi casa y que me recuerde algún momento especial del viaje. Hoy les comparto 5 ideas de souvenirs que son fáciles de adquirir y que pueden transformarse en lindísimas piezas de decoración para el hogar:
1. Postales.
De artistas locales, de tienditas perdidas en un rincón de la ciudad, de una librería e incluso (sólo si está muy linda) de alguna tienda de souvenirs. Aunque las postales son probablemente el souvenir más clásico que se acostumbraba enviar durante un viaje y que algunos podrían describir como obsoletas, rescatar la costumbre me parece muy romántico y resultan una excelente opción para decorar.

Desde hace varios años comencé a comprar postales durante mis viajes y hoy tengo una colección excepcional de pequeñitas obras de arte de diversos rincones del planeta, algunas incluso con alguna historia o anécdota en la parte posterior que escribí el día en que las compré. Poco a poco he ido enmarcando mis favoritas y son realmente los cuadros más lindos.
2. Mapas.
El souvenir perfecto no tiene que ser costoso, ni la pieza de arte más exclusiva o ni siquiera tiene que ser algo que compres, puede ser el detalle más pequeño pero con la historia más especial. Regresaste de tu viaje y encontraste en tu maleta ese mapa que te acompañó todo el roadtrip, con tus anotaciones y señalamientos, que te delató como turista mientras estabas perdido o que revisaste mil veces para asegurarte de tomar la ruta correcta, lo desdoblaste y ahora es un recuerdo más de toda la aventura.

Mi recomendación: ¡enmárcalo! Mucho mejor que todos los mapas populares de rascar los países a los que has ido, este tendrá una historia y realmente es un recuerdo que te va a encantar conservar.
3. Arte.
Pinturas, ilustraciones, artesanías, esculturas; aunque todas cumplen por definición funciones decorativas no quise omitirlas en esta lista porque me encantan. Todo el arte que tengo en mi casa ha llegado de distintas partes del mundo y aunque tal vez no todo cumple con el más perfecto estilo de interiores, son piezas únicas que en conjunto crean una atmósfera de diversidad y constantemente nos traen recuerdos increíbles.

4. Corchos y botellas.
Esta es mi costumbre más reciente y en los últimos años, cuando se puede y hay espacio en la maleta, me he traído botellas locales que no son fáciles de encontrar importadas. De nuevo, son un excelente recuerdo de una ocasión especial y quedan divinas en una repisa o un librero.

5. Fotografías.
Todos tomamos miles de fotos durante los viajes pero sorprendentemente rara vez se comparten más allá de las redes sociales. Date el tiempo de revisarlas, imprimirlas y enmarcar tus favoritas; de forma individual, tipo collage, tamaño miniatura, hay tantas formas de hacerlo que tu creatividad es el límite.

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