Sabemos que Edimburgo es una ciudad encantadora con monumentos icónicos como el Castillo de Edimburgo y el Palacio de Holyroodhouse (tengo un post totalmente dirigido a los lugares icónicos de Edimburgo si es lo que te interesa), pero si crees que ya lo viste todo, tienes un par de días extra en la ciudad o se te antoja conocer otros lugares más allá de los turísticos tal vez puedas darte una vuelta por los siguientes:
1. Union Canal.
Este canal de 51 km de largo llega a Edimburgo desde el pueblo de Falkirk, al noroeste de la ciudad. Inicia en Fountainbridge (a escasos 15 minutos caminando desde el Castillo de Edimburgo) y en su paso por la ciudad rumbo a Falkirk Wheel el canal serpentea entre puentes, túneles, acueductos, edificios, parques y naturaleza, acompañado por un caminito que ofrece un espacio encantador para caminar, correr, o andar en bicicleta.

Diferente vegetación crece a la orilla; algunos juncos y otros tipos de plantas acuáticas sirven de hogar para patos y cisnes, matorrales de moras que dan fruto durante el verano y altos árboles que proveen de sombra para esos paseos bajo el sol.
2. Portobello Beach.
Se encuentra a 25 minutos en camión desde el centro de Edimburgo y es una de las playas más populares de la ciudad. Es una excelente escapadita durante todo el año, especialmente durante los días de verano donde se puede aprovechar el sol para nadar, recostarse en la arena, disfrutar de un día de picnic en la playa, pasear con las mascotas o caminar por el muelle.

Portobello es un encantador suburbio de Edimburgo y conserva la clásica arquitectura de la ciudad, las encantadoras casas residenciales y los cafés con vista al mar reciben a los visitantes y crean una atmósfera acogedora y familiar frente a los 3 kilómetros de arena.

3. Leith.
Este pintoresco barrio costero en el extremo noreste de Edimburgo fue durante el siglo 18 el principal puerto comercial de Escocia, desde donde enormes barcos entraban con productos de todas partes del mundo y salían con mercancías locales listas para exportar. Fue oficialmente incorporado a Edimburgo en 1920 y hasta la fecha es una de las joyas de la ciudad. Te recomiendo caminar por la orilla de sus anchos canales, disfrutar la vista de las casas, los edificios que decoran las calles y los ocasionales barcos que aun circulan por ahí.

Uno de los mayores atractivos turísticos de Leith es el Royal Yacht Britannia, el barco que navegó el mundo por 44 años hasta 1977 con la familia real a bordo. El precio por adulto es de 17 libras y puedes recorrer el interior del barco, distintos salones y las 5 cubiertas con una audio guía para conocer la historia y los personajes que viajaron en él.
4. Liberton Tower fields.
Así como los campos de flores tienen su encanto, no subestimen la belleza de un campo de trigo. Este en específico se extiende desde Liberton Tower y es tan grande que puede verse claramente desde Arthur’s Seat.

En lo personal considero que es una actividad diferente y así como los campos de flores, es una muy buena oportunidad para tomar preciosas fotos y disfrutar de las últimas tardes cálidas del verano.

Esta no es una atracción turística, ni se paga por entrar, es un campo que se cultiva de forma “privada” pero en realidad en Escocia no existe como tal el concepto de Propiedad Privada (salvo contadas excepciones). En la nación existe una ley que conoce como Freedom to Roam y otorga a todos el derecho de acceso a la tierra y aguas continentales. En palabras coloquiales significa que la tierra es de todos y puedes transitar libremente por ella. Evidentemente este derecho se otorga con la responsabilidad de cuidar la tierra por donde caminas, así que disfruta del paseo pero no dañes ni dejes residuos. En específico para campos de cultivo el código de acceso dice:
Donde se hayan sembrado cultivos, usted tiene derecho a caminar a lo largo de los márgenes del campo, utilizar cualquier línea de tranvía o camino del tractor.
5. Dean Village
Este pequeño oasis a tan solo 5 minutos de Princes Street se encuentra en el barrio de Stockbridge, en el New Town de Edimburgo. Sus orígenes se remontan al siglo XII, cuando aun no pertenecía a la ciudad y se trataba de una aldea cuya principal actividad económica era la producción de harina.

Muchos molinos se construyeron a las orillas del río, que con el paso del tiempo quedaron abandonados y posteriormente derrumbados. En el siglo XX se llevó a cabo una renovación total del barrio para aprovechar su potencial turístico y hoy en día es un encantador vecindario habitacional.

A lo largo de Water of Leith, el río que cruza por Dean Village y el resto de la ciudad, puedes encontrar un sendero paralelo rodeado de naturaleza y algunos parques, que así como el Union Canal, es ideal para un paseo a pie o en bicicleta.

6. South Queensferry
South Queensferry es una localidad que pertenece a Edimburgo ubicada al norte del centro de la ciudad y al sur de la costa del fiordo de Forth, donde el río Forth desemboca en el mar. Al río lo cruzan tres puentes; Forth Bridge, Forth Road Bridge y Queensferry Crossing, que conectan South Queensferry, en Edimburgo con North Queensferry, en el reino de Fife.

Forth Bridge, el más llamativo de los tres, es este famoso puente de acero rojo con columnas de ladrillo. Desde el momento de su inauguración, en 1890, este puente de 2.5 km de largo y 46 metros de altura en su punto más alto sobre el agua ha sido reconocido como una magnifica estructura arquitectónica y ha sido señalado como uno de los monumentos más reconocidos de Escocia. Hoy, incluso después de 100 años de su inauguración, el Forth Bridge sigue siendo una arteria fundamental en la red ferroviaria escocesa.
Si visitas South Queensferry, el pueblito también es encantador, dedícale un paseo.
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